Los exámenes orales despiertan pasiones y odios. Y es que como todo en la vida, tiene sus ventajas e inconvenientes:
Ventajas: permiten que el examinador aclare, repita, ayude, dé pistas... y por otro lado, sirve de incentivo al examinado, porque es un tiempo que se le dedica sólo a él.
Inconvenientes: son poco frecuentes y no estamos familiarizados con la técnica. Además, se dispone de poco tiempo para pensar la respuesta y produce mayor grado de nervios, sobre todo en los/as más tímidos/as y ansiosos/as.
Te recomendamos que repases los temas en voz alta: primero con el esquema escrito delante y después sólo el esquema mental. Puede serte de ayuda el repasar con compañeros, para practicar.
En este tipo de exámenes necesitas dominar bien la materia para poder organizar mentalmente y rápido las cuestiones que se te preguntan. Es importante que te expreses con fluidez y que demuestres confianza y seguridad en ti mismo/a.
En el examen haz un esquema mental antes de iniciar la exposición y céntrate en lo importante. Sigue estos pasos:
1. Nombra las ideas principales.
2. Desarróllalas.
3. Y expón conclusiones.